por Macarena Toro
El Mercurio, 13 de agosto de 2012
Rodeado por las imágenes de decenas de mariposas, el imponente esqueleto de ballena del Museo de Historia Natural paralizaba a todos los niños que al mediodía de ayer corrían por el salón principal. Tal como décadas atrás, la estructura de 15 metros sigue siendo la principal atracción para grandes y chicos, pero ahora está acompañada de nuevas muestras y tecnologías.
Con conexiones inalámbricas a internet, guías a través de aplicaciones para teléfonos inteligentes y nuevo material audiovisual, la "versión 2.0" del recinto ha logrado récord de visitas. Con 217 mil personas en casi tres meses, superó todas las expectativas que tenían los funcionarios que por dos años vieron el edificio cerrado por los daños que le dejó el terremoto.
"Estamos cansados y un poco estresados, porque somos apenas 72 funcionarios. Pero estamos felices", dice el director del museo, Claudio Gómez. Explica que en las vacaciones de invierno llegaron 80 mil personas, sobrepasando el peak que en 2009 registró la exposición Panibus, del antiguo Egipto.
"A los niños les encanta, sobre todo ver a la gente trabajando y la parte del espacio", dice Roberto, quien llegó con sus dos hijos al recinto, que los domingos tiene entrada liberada. Y es que en medio del recorrido hay dos estaciones de investigación, en las que especialistas analizan piezas arqueológicas ante la mirada de los visitantes.
Gómez cuenta que en 2007 hicieron un estudio para conocer los intereses de visitantes y en hogares. De ahí surgió un proyecto a largo plazo para reestructurar todo el museo. Y pese a que el terremoto modificó parte de la estrategia, se transformó en una oportunidad y desde el 18 de mayo, se sumaron las tecnologías y nuevos recorridos, que responden a parte de las inquietudes de la gente.
Nuevo edificio
Con la remodelación del primer piso hecha y la apertura al público, en el museo ahora se concentran en la segunda etapa de su proyecto, que dará inicio a la mayor transformación de su historia. Ya fue aprobada por el Ministerio de Desarrollo Social y por la municipalidad, la compra por parte del Estado del terreno que había albergado a la Escuela Reina de Noruega, cuyas instalaciones quedaron inhabitables tras el 27-F.
Ahora sólo resta concretar la transacción, lo que Gómez explica debe ocurrir en lo que queda del año, para en 2013 iniciar la construcción de un nuevo edificio al cual se trasladarán todas las piezas que no están en exposición. La idea es poder resguardarlas allí bajo estándares internacionales, donde los investigadores podrán continuar sus estudios y conservarlas.
Con esa fase en marcha, se proyecta que en 2016 comience una nueva recuperación del museo, específicamente del segundo piso (hoy cerrado al público) para sumar nuevos servicios como cafeterías y salas audiovisuales. "Queremos recuperarlo como el palacio de las exhibiciones que era cuando se construyó en 1875 y que responda al estándar de los grandes museos del mundo", dice Gómez.
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$800 mills.
costó el estudio de ingeniería y las obras de reparación del edificio, a raíz de los daños que le dejó el terremoto. El segundo nivel sigue cerrado, pues no puede soportar gran número de personas.
11.170
visitas tuvo el edificio el último Día del Patrimonio. Con ello se convirtió en el líder de la jornada, seguido por el Centro Cultural de la Empresa de Ferrocarriles Antofagasta- Bolivia, con 11 mil ingresos.
55.632
personas habían asistido a las exposiciones Mega Fauna y Grandes Extinciones , que el Museo de Historia Natural tiene en la Estación de Metro Quinta Normal (ubicada en la Línea 5) desde el 18 de mayo a la fecha.
(c) Foto. Teresita Pérez, Plataforma Urbana
